
CÓMO AFRONTAR NUESTRA REORIENTACION PROFESIONAL
Los tiempos cambian y el mercado laboral también; y lo hacen a un ritmo vertiginoso. Contar con una amplia formación y experiencia no siempre es garantía de éxito profesional. En un mundo cada vez más competitivo, las exigencias del mercado hacen que cada vez sean demandados perfiles más especializados para nuevas ocupaciones.
La irrupción de nuevas tendencias y necesidades laborales provoca que muchas personas se planteen un cambio de sector o de rama profesional. Para acometerlo, hay que iniciar una carrera de fondo en la que hemos de ir siempre a más y evitar los conformismos que limiten nuestras posibilidades reales para acceder a mejores oportunidades laborales y personales. Pero debe ser una decisión estratégica.
No es lo mismo decidir un cambio de profesión de motu proprio y con trabajo, porque:
- Estamos aburridos, insatisfechos o sin motivación
- Nos sentimos estresados o abrumados por las exigencias
- No vemos ningún crecimiento o avance futuro
- Nos sentimos poco valorados
Que decidir un cambio de profesión empujados por circunstancias como:
- Estamos desempleados
- Desconocemos las nuevas tecnologías
- Surgen nuevas profesiones
El proceso no es sencillo, pero con una buena planificación es posible lograrlo con éxito. Sea cual sea nuestra motivación, necesitamos concretar:
- ¿Qué competencias profesionales tenemos?
- ¿cuáles son nuestros puntos fuertes y débiles?
- ¿qué competencias demanda el mercado laboral?
Y cuando hayamos contestado debemos:
- Explorar opciones
- Encontrar la capacitación necesaria
- Planificar la búsqueda de empleo
Los dos grandes pilares: el reciclaje y la reorientación
El reciclaje profesional está ligado a la formación y a nuestro plan de desarrollo para adaptarnos a los nuevos tiempos y tener más oportunidades en nuestra carrera laboral o para cambiar de sector. En pleno siglo XXI, la formación debe ser continua y evolutiva. Se trata de invertir en nuestro desarrollo profesional a lo largo del tiempo para mantenernos relevantes y posicionarnos entre los perfiles más demandados por las empresas.
El reciclaje profesional puede tomar muchas formas:
- Asistir a cursos de capacitación, conferencias, seminarios,
- obtener nuevas certificaciones,
- seguir programas de educación continua,
- aprender nuevas tecnologías,
- participar en proyectos que nos desafíen y permitan adquirir experiencia adicional.
En cuanto a la reorientación profesional, consiste en tomar la iniciativa de cambiar o mejorar nuestra actividad. Es una de las grandes cuestiones a las que muchas personas tendrán que dar respuesta, que puede surgir en algún momento de nuestra vida. Hay que visualizarlo como una oportunidad que nos hará mejorar y avanzar, sin limitar nuestras posibilidades reales. Y, sobre todo, hay que planificarlo bien porque cambiar de sector profesional puede implicar empezar desde cero en un nuevo ámbito:
1.- investigar cuáles son las nuevas áreas profesionales, sus perspectivas de empleo y definir nuestra área de interés;
2.- evaluar las habilidades actuales, identificar las que necesitas adquirir y trazar un plan de formación; y
3.- hacer una previsión financiera porque es posible que necesites invertir en formación o aceptar un salario más bajo hasta que logres posicionarte en el nuevo sector.
Todo suma para superar el reto de cambiar de profesión
Cuando decidimos reorientar nuestra carrera profesional no empezamos desde cero, poseemos un background de conocimientos y experiencias que podemos aportar y aprovechar. Convalidar asignaturas de nuestros estudios previos puede ahorrarnos tiempo, esfuerzo y dinero en nuestro giro profesional. Todo suma para superar el reto de cambiar de rama o reorientar nuestra carrera y hacerlo de manera exitosa.
Los grados de FP son una excelente opción para quienes desean cambiar de rama laboral o especializarse en un nuevo campo. Cada vez son más demandados por las empresas y están mejor pagados. Si hemos cursado un grado medio o tenemos experiencia laboral relevante, es posible convalidar asignaturas en un FP superior, lo que nos permitirá completar el nuevo ciclo formativo en menos tiempo para buscar un nuevo empleo.
Beneficios de la reorientación profesional
- Mejores oportunidades laborales: te permite acceder a empleos más demandados y mejor remunerados, si eliges áreas en crecimiento.
- Desarrollo personal: puede llevarte a descubrir nuevas pasiones y habilidades y la formación, a mantenerte motivado y activo en el mercado laboral.
- Flexibilidad: te permite adaptarte mejor a los cambios del mercado laboral y a las nuevas demandas.
- Incremento salarial: puede llevar a un aumento salarial especialmente si optas por sectores en crecimiento o en los que se requiere una alta especialización.
Conclusión
La clave del éxito para superar el reto de dar un giro profesional es acometerlo con la formación adecuada y la planificación necesaria para afrontar esta nueva etapa con optimismo y confianza. De esta forma, podremos explotar al máximo nuestro potencial y adaptarnos a las necesidades reales del mercado laboral.
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